Potes y la comarca de Liébana
Potes es la capital de la comarca de Liébana, en el oeste de Cantabria. Su nombre tiene un origen romano. Y es que fueron precisamente los romanos quienes se percataron de la importancia geográfica de esta localidad como encrucijada de acceso a la costa cantábrica y al interior de la península.
El nombre de Potes deriva del romano Pontes, en honor a los puentes que se encuentran situados en un reducido espacio. Puentes de piedra bajo los cuales fluyen los dos ríos que bañan esta localidad: el Quiviesa y el Deva.
Hace ya muchos años del paso de los romanos por Liébana. Y ya no son viejos legionarios quienes desfilan por las callejuelas empedradas de Potes. Hoy en día, los turistas, son los nuevos conquistadores. Sabedores de las bellezas que esconde esta localidad y sus alrededores, viajeros procedentes de todo el mundo se acercan hasta este rincón pegado a la cornisa cantábrica. Viajeros, excursionistas, paseantes que llegan hasta aquí para disfrutar de la tranquilidad de una población protegida como Conjunto Histórico Monumental. Y para respirar el aire puro que mana de los Picos de Europa, montañas que enamoran a los amantes del turismo activo.
En invierno hay una fecha clave en la vida de Potes. Es el segundo fin de semana de noviembre, cuando se celebra la fiesta del orujo. Un evento que atrae cada año a miles de visitantes que llegan deseosos de revivir la tradición centenaria de la destilación del orujo en las viejas alquitaras de cobre. Y cómo no, deseosos de degustar los aguardientes típicos de la zona.
Siempre es buen momento para perderse por los barrios más antiguos de Potes. Por el barrio del Sol, por ejemplo. O por el barrio de San Roque, donde se cree que estaba el originario casco urbano de Potes, allá por la época visigótica. Pero el monumento más singular de esta localidad es la Torre del Infantado. La torre del Infantado formaba parte de un complejo conjunto arquitectónico defensivo que caracterizó la forma de la localidad.
Pero la gente se acerca a Potes no sólo a disfrutar del paisaje y del paseo por estas calles con sabor añejo. La razón de ser de tantos restaurantes es la deliciosa gastronomía de la comarca. En Potes, al igual que en todo Liébana, los amigos del buen comer encontrarán su pequeño paraíso. El plato estrella de la cocina lebaniega es el cocido, distinto al tradicional montañés que se elabora a base de alubias.
Peregrinos de la buena mesa y peregrinos religiosos. También de estos últimos hay en Potes. Peregrinos auténticos que se adentran en esta comarca para visitar el monasterio de Santo Toribio de Liébana. Un monasterio en todo el mundo conocido por varias razones. La más poderosa es el Lignun Crucis, parte de la madera de la cruz donde fue crucificado Cristo.
Al albergar esta reliquia, Roma le concedió al Monasterio el poder de celebrar año jubilar cada vez que el 16 de abril, día de Santo Toribio, cae en domingo. Entonces se abre la puerta del perdón por la que pasan miles de peregrinos. El resto de los años la puerta del perdón se cierra, pero Santo Toribio permanece abierto para que todos puedan contemplar la reliquia y admirar la belleza de este monasterio y de su iglesia. No hay descanso. Los peregrinos lo saben y llegan todos los días.
Fe, religión, arte, fiestas, gastronomía, paisaje, turismo activo, descanso, son algunos de los atractivos de Potes y de la comarca de Liébana. Hay para todos los gustos y pocas opciones para el desengaño. Potes es siempre una apuesta segura.
Imagen: Linda H