Guía de Mondoñedo en Lugo, lugares que visitar
«Si Lugo fue para mí el clasicismo, Mondoñedo es la melancolía y el silencio». Así definió a su ciudad natal el personaje más ilustre nacido en esta localidad del norte de la provincia de Lugo: Álvaro Cunqueiro.
Un escritor tan unido a su tierra que su recuerdo es constante a lo largo del paseo por toda la ciudad, con continuas menciones en los lugares más simbólicos de su vida cotidiana.
Desde su casa natal, situada frente a la Fuente Vieja, también conocida como Fuente de Álvaro Cunqueiro por la cercanía al domicilio del escritor. Siguiendo la huella del escritor, nos encontramos su estatua sedente, que inmortaliza a un Cunqueiro observando tranquilamente la Catedral de su querida ciudad. Está en la Plaza de España o plaza de la Catedral, centro neurálgico de esta ciudad lucense, y donde se encuentra uno de sus símbolos arquitectónicos.
La Catedral es el edificio más antiguo de Mondoñedo. Se construyó en el siglo XIII, en estilo románico cisterciense en evolución al gótico; aunque su fachada fue remodelada en el XVIII, de ahí su aspecto barroco.
Los canales del conocido Barrio de Los Molinos se abrieron al río Valiñadares, precisamente para mover los molinos que se asentaron en esta zona hace ya varias décadas. Hoy, negocio y tradición parecen haberse perdido casi definitivamente. De los más de diez que llegaron a convivir en menos de un kilómetro, sólo uno permanece activo.
Mucho nos queda todavía por ver y admirar de Mondoñedo, esa ciudad situada en las faldas del monte de la Infiesta, y sede de uno de los Obispados más antiguos de España.
Precisamente aquí se encuentra el que fuera el tercer seminario fundado en todo el país: el Seminario de Santa Calina, creado a finales del siglo XVI. Aquí se formaron algunos de los mejores escritores gallegos contemporáneos, entre ellos por supuesto, Cunqueiro.
Con el tiempo ha ido transformando sus usos, y actualmente parte del edificio funciona como hospedería.
Por cierto que casi enfrente del Seminario podemos ver parte de la antigua judería: poco más de cuatro pequeñas callejuelas, pero que guardan todo el sabor de un pasado fructífero para la cultura hebrea en la historia de la ciudad de Mondoñedo.
Merece la pena llegar hasta la Alameda, conocida también como «campo de los Remedios». Y a su lado, el Hospital de San Pablo, construido por el Obispo Sarmiento a mediados del siglo XVIII con el fin de dar cobijo a pobres y a peregrinos.
Imagen Crédito: luscofusco