Guía de viaje Caldas de Luna en León
En el territorio de Cuatro Valles se encuentra Caldas de Luna, en el seno del Valle de Aronga, donde se encuentra un gran Balneario.
Caldas de luna es un lugar en el que el tiempo no se mide, parece un pueblo abandonado, tomado por la paz. Sus 42 habitantes tienen el don del saber vivir, y aunque el tiempo pasa más veloz de lo que parece, lo pasan de forma intensa y sin agobios.
La autopista A-66 transcurre a tan sólo unos metros surcando una cicatriz por esta comarca de Luna. La autopistas de León- Oviedo y el embalse construido en 1956 han condicionado la fisonomía de la zona y, sin duda, las formas de vida.
A los puertos de Caldas llegaban a finales del mes de junio, durante la trashumancia, los rebaños de ovejas merinas pertenecientes a las cabañas ganaderas más importantes del país. Aquí pasaban el verano y pastaban hasta la llegada del otoño. Los caminos de la trashumancia han dado paso a las rutas turísticas de Caldas de Luna.
En cuanto a su visitadísimo Balneario, sus aguas fueron declaradas de utilidad pública en 1917, las aguas minero-medicinales de Caldas de Luna nacen en el manantial de Fuencaliente, a una temperatura de algo más 28 grados centígrados. Debido a sus características son recomendadas para artritis, aparatos urinario, respiratorio y digestivo y problemas de piel.
Algo sorprendente es la edad de sus visitantes, pues en su mayoría se trata de gente joven. El motivo está en la actividad que ofrece el entorno y relax del lugar. La combinación es perfecta. La empresa turística Luna Llena es la encargada de articular todas las propuestas y de proporcionar el material necesario.
Otra de las actividades que se pueden realizar en Caldas de Luna es la pesca, estamos a un paso del embalse y hasta aquí se acercan pescadores llegados de Villablino en busca de truchas de buen tamaño.
El embalse de Luna obliga, finalmente, a la contemplación del espectacular puente de la autopista León- Campomanes, construido en 1983 por Carlos Fernández Casado.
Una imagen bella y moderna en un enclave que, pese a haber sido remodelado por la mano del hombre, mantiene una imponente y hermosa estampa de entorno natural.
Crédito Imagen: Rafel de Castro